martes, octubre 17, 2006

El baile de los que sobran...

A veces es necesario un baile para conquistar a alguien...pero qué sucede con las personas, como yo, que nos apesta bailar??...

Ampkio un poco más la idea. Antes quizás me gustaba ir cada cierto tiempo a lesear un rato a alguna disco, pasarlo bien con alguna minita o con mi pareja del momento. Pero después aconteció un hecho que marcará para siempre mi vida en lo que baile se refiere: llegó el Axé. Desde ese momento, y debido principalmente al bombardeo de los medios, me apestó todo lo que a baile se refería. Donde iba, axé había. lo que veía, axé había. lo que escuchara, axé había!!!.

Es en esos entonces cuando descubrí la magia de los pub...un ambiente agradable, bueno para conversar con los amigos o la señortia de turno, buen ambiente, a veces con algunas cosas extras (karaoke, juegos, etc), y lo que es más importante...sin axé.

Con el tiempo pasó el axé, y mi karma al parecer había terminado. Pero los medios me traían una nueva ingrata sorpresa: El reggetón. Gracias al maldito programa que se ha encargado de bombardear nuestros oídos con estas cosas, denominado "Mekano", mi sufrimiento no acabó. Ahora por donde se camine hay reggetón presente. La gran diferencia es que hasta con nueva forma de vestir venía esta cosa!!!...

El asunto es que ahora si que nadie se salva!...hasta todos mis amigos bailan y escuchan reggetón!!!...estaré un poco desactualizado??

Bueno, sigo con mi onda mas antigua o más brit...es decir, si me hacen eleguir obviamente prefiero lesear en una disco moviendo mis músculos al ritmo de Blur, Placebo, The Strokes, Pulp antes que Daddy Yankee y sus secuasez.

En el videíto a continuación podemos observar a Agustín, un muy buen amigo mío, tratando de moverse al ritmo de la música en el cumpleaños de Pablito, siendo incitado por la Kotté (que a decir verdad lo tiene loco) y por la Romy. Se puede observar que pese a los intentos de la fémina de sus sueños por hacer que mi robótico amigo fuera capaz de mover las caderas, el hecho de que la música a bailar no fuera su fuerte o tan simple como que no le agrada el baile fue superior.

Al parecer, me quedé en el pasado...o en una onda más under. Pero siempre luchando para libar a este pueblo tiranizado con el reggetón!!!


lunes, octubre 02, 2006

Garganta Profunda

Paseando por distintos blogs en busca de tener algo que leer que no sea Johansen, encontré este reportaje de una periodista que trabaja en CHV. Es muy bueno, y me cagé de la risa...acá lo dejo...


"¿Vainilla o chocolate? ¿Primavera o martini? ¿Elecciones que podrían definir la personalidad de una mujer? Hay quienes creen que sí. Después de una investigación sobre uno de los grandes tabúes que resisten en pie, las dividimos entre las que lo escupen y las que lo tragan. De eso se trata este tema y, por supuesto, de mucho más.

Alejandra Valle

¿Quién no ha abierto una de esas revistas tipo Cosmopolitan llenas de tests y de artículos “para mujer” que dividen livianamente al mal llamado sexo débil en grupos? Casi siempre esos estilos son dos. Están por un lado las más golosas, las que prefieren el chocolate. Y las menos golosas, supongo, que prefieren la vainilla. O las más dulces, que se toman una primavera en la bendita hora feliz. Y las más rudas, que se toman un martini-vodka aunque se emborrachen en el intento.

LND quiso hacer lo mismo, pero a su manera. También encontramos dos tipos de féminas y en su búsqueda n
os fuimos. Conversaciones por chat, en el trabajo, en un bar, con mujeres jóvenes y otras no tanto. A todas partes fuimos buscando respuesta a la pregunta: ¿las chilenas lo escupen o lo tragan?
Si no entendió, éstas son algunas confesiones acerca del sexo oral. Así que si no tiene criterio formado, no siga leyendo. Si en cambio quiere derrib
ar algunos mitos y entender mejor a su pareja, aquí podría encontrar algunas respuestas... Y, por qué no, un poco más de placer.


NI CON LECHE CONDENSADA
Esta anécdota sucedió realmente en una universidad argentina en octubre de 2003. Aunque varios creen que es un mito urbano, vale la pena contarla.
Durante una clase de medicina, el profesor estaba hablando de los altos niveles de glucosa hallados en el semen. Una asistente levantó la mano y preguntó: “Si le he entendido bien, está usted diciendo que hay un montón de glucosa como en el azúcar, en el semen masculino. Entonces, ¿por qué su sabor no es dulce?”.
Tras un silencio pasmado, la clase estalló en risas. El rostro de la pobre chica se puso rojo brillante, pero la respuesta del profesor fue totalmente en serio. “No le sabe dulce porque las papilas gustativas para el dulzor están en la punta de la lengua y no en el fondo de la garganta”. Más risas y, por supuesto, el recuerdo púber de varios viendo el clásico p
orno Garganta Profunda, protagonizado por la gutural Linda Lovelace en 1972.

Si de sabores se trata, vale la pena partir contando que eso es cierto. El semen contiene glucosa y fructuosa, de ahí que tenga ese sabor un poco agridulce, la mayoría de las veces. Y digo la mayoría porque el sabor de este líquido viscoso depende mucho de la dieta del individuo.

Según los estudiosos, una alimentación alta en proteínas (carne, hue
vos) dará como resultado un sabor similar a la manteca. Una basada en lácteos dará un sabor ácido, aunque agradable. La dieta que incluye ajo produce un semen menos viscoso y de sabor neutro por las propiedades desintoxicantes de este aliño. Los alimentos con altos contenidos de azúcares -dulces, frutas, alcoholes (esto le va a gustar a los más ebrios)- darán un sabor preferido por las mujeres. Así es que antes de una cita, vendría bien un buen helado. Esas citas románticas paseando con un barquillo no siempre tienen tan buenas intenciones.
Claro que de poco sirve que nuestros machos se preocupen por tener
la dieta adecuada para saber bien, porque la mayoría de las chilenas está en el grupo de las que lo escupen. Bien poco importa el sabor del semen, en general las mujeres encuestadas en este reportaje dicen de inmediato que prefieren botar la leche. Prefieren sentir ese líquido en su cara, en su cuerpo, en sus manos, antes que en la garganta.

Claudia es un ejemp
lo. Tiene 38 años, está decidiendo ser madre por primera vez con un hombre que ya no es su pareja, vivió mucho tiempo con su mejor amigo gay y parece ser una persona bastante desprejuiciada y liberal durante la conversación que sostenemos en el Liguria. Sin embargo, ante la pregunta de si lo escupe o lo traga su respuesta es tajante: “Jamás lo trago”. “¿Ni siquiera el amor podría hacerte cambiar de parecer?”. “Ni siquiera”, dice. “Es que sabes qué. No es que no me guste el sabor, no es que sea mala onda, pero no soporto sentir ese líquido caliente en la garganta”, comenta.
Claudia tiene razón en parte. El líquido viscoso llamado semen tiene un par de grados más que la temperatura del cuerpo y eso podría no gustarle a una mujer.

Como Paulina, casada hace seis años con el hombre con que pololeó cuatro años y medio. En lo que suma más de una década, su marido nunca ha tenido el placer de verla “comerse su leche”, para entrar de lleno en terrenos más hot. En todo caso, a ella le encanta tener sexo oral. Uno de los momentos más importantes en su etapa de conquista, recuerda, fue cuando tiró a su futuro esposo contra la pared, le bajó los pantalones y le hizo una de las mejores mamadas de su vida, en la casa de sus papás.

Incluso ahora reconoce utilizar muchas cosas como crema chantilly, manjar y, lo más entretenido, chocolate. Éste lo pone en el prepucio de su macho y al rato con tanto frote y tanta temperatura, el cacao se derrite y ella tiene su propio pene sabor a chocolate.

Para las que no son tan osadas como Paulina o las que tienen un hombre con una dieta poco afortunada (cómo no recordar un capítulo de Sex and the City en el que Samantha conoce un hombre al que obliga a cambiar su dieta tailandesa por una con menos aliños) existen ahora productos que ayudan a cambiar el sabor del pene.

Todavía no llega a Chile el Sweet Release, pero este suplemento alimenticio que se toma dos veces al día y le da al semen sabor a manzana, se puede comprar por Internet a través de su página web (www.sweetrealese.com). También hay para mujeres en una tremenda gama de sabores frutales.

En los sex shops santiaguinos se pueden encontrar algunos productos que cumplen la misma función. Como el Oral Sex Lotion, un gel con sabor a menta, banana y un sinnúmero de frutas que se pueden aplicar en los genitales masculino o femenino, según sea el caso. Este producto se encuentra en la tienda Love Store, ubicada en Los Cobres de Vitacura. Esto a Coni, una penquista treinteañera y profesional, le da exactamente lo m
ismo. Para ella el sabor del pene en la boca es como comer guatitas.

“Los hombres siempre quieren sexo oral, en cambio, una no siempre. Después de una comida rica, qué lata quedar con mal sabor. Más encima, si es un amante ocasional, una no sabe dónde anduvo metido...”, lanza riendo.


EL GESTO TÉCNICO
Algo que odian prácticamente todas las mujeres es el llamado gesto técnico, el mismo que algunos de lo que bordean los 30 recordarán como “a mangiare Tonino” y que sería acercar la cabeza de la mujer hacia los genitales con un poco de fuerza.

Kieropuromorime conversa a través del Messenger y ante la ya requetedicha pregunta de si lo escupe o lo traga responde “Noooo. Me da asco. Aunque esté muy embalada y aunque los minos lo sientan como un desprecio, lo boto”, explica la ciberentrevistada. “Además depende del aseo del loco también”, agrega. “Es que si no se bañó, de lejos te puedes dar cuenta. Y más encima después hay que dar besos, guacalaaa”, reflexiona.

Por supuesto, la entrevistada virtual reconoce que le gusta mucho que la cosa sea al revés, que sea el hombre el que le practique sexo oral. “Siempre es más lindo que a ellos les nazca solitos porque te pillan d
e sorpresa. Lo que me carga es cuando empiezan a tirarte la cabeza para abajo, odio ese gesto técnico, me siento como humillada. Como que reacciono mal. El gesto es tan feo, tan poco fino. Es como si una los agarrara de las mechas, los doblara y los dejara listos para que te peinen la alfombra”, dice en jerga coloquial.

Paula vive en Suecia, por lo que la conversación también es a través del ciberespacio. Ella es menos asquienta. Dice que si lo traga o lo escupe depende de “la excitación del momento, de si el tío se baña o no y, por supuesto, de lo que come”, comenta muy informada. Y ojo, que al amor lo deja fuera, para ella todo es calentura.

Reconoce además que para los hombres debe ser “excitante ver que la mujer se lo traga. Es como algo de poder”, se aventura. Y añade: “Creo que se da más en parejas en que el sexo es lo predominante. Las amantes son las que lo tragan, las esposas sólo en ocasiones”. Quizás por eso en las películas porno rara vez las mujeres lo tragan, es más común que los hombres acaben entre sus pechos o en sus caras.

Paula también reconoce que los hombres siempre quieren que las mujeres les hagan sexo oral, mientras que nosotras esperamos pacientemente. Ella recomienda ser más pillas: “Lo primero que hace el tipo es dirigirte la cabeza hacia abajo. Hay que tratar de manejar la situación yendo de a poquito. Nunca dar todo altiro”.

Toda la razón. Además que, como lo explica una morena sentada en el Bar Nacional, “a quién no le dieron chuño cuando chica”. Y si no, lanza su colega más rubia en la barra, “no existen penes agrios, sólo piscolas suaves”. LND



MITOS Y VERDADES

Sobre el semen y sus propiedades hay mucho de verdad y de mito. Repasemos algunos:
1.- La eyaculación es el orgasmo. No es cierto, aunque normalmente los dos fenómenos están asociados.
2.- La eyaculación desgasta. La emisión del semen en las relaciones sexuales o con la masturbación, no desgasta la vitalidad del hombre ni disminuye su producción.
3.- El semen engorda. No es cierto. A pesar de la glucosa y las proteínas para producir un aumento de peso habría que ingerir grandes cantidades. La ingesta tampoco es nociva, excepto si el emisor padece una enfermedad infectocontagiosa.
4.- El semen es bueno para la piel. Diversas sustancias de origen orgánico lo son, como el semen o la placenta, en razón de su contenido proteínico y otros factores.
5.- Es un poderoso antibiótico. Según investigadores del Instituto Max Planck, de Alemania, el semen es un antibiótico tan poderoso como la penicilina. El componente antibiótico sería la plasmina seminal, una proteína que destruye gérmenes como los estreptococos.
6.- Es un poderoso antidepresivo. Así lo afirman en la revista New Scientist, que cita un estudio realizado en la State University of New York, que dividió a 293 mujeres en 5 grupos dependiendo de la frecuencia con que sus parejas usaban condón. Las que estaban más expuestas al semen fueron las menos deprimidas."